lunes, 13 de agosto de 2012

CapítuloVII

Un nuevo amigo me decía hace poco que la soledad es buena. Y yo le repliqué que es buena cuando la buscas. Ahora pienso que, incluso cuando no la buscas, puede ser necesaria. Porque me está obligando a reflexionar, a volver a mi pasado y darle a las cosas un nuevo valor.
Me he sentido muy bien infinidad de veces estando sola. Incluso siendo muy joven, me aislaba para soñar, y abstraerme.
Recuerdo la casa de campo de vacaciones de mis padres, donde he pasado los momentos más felices de mi vida, siendo adolescente. Disfrutaba del cariño de mis amigos, de mis primeros amores, totalmente platónicos, de mis primeras aventuras, como aquella excursión en la que se nos hizo de noche bajando la montaña y nos perdimos. Bajábamos sin apenas ver nada, poniendo las manos en las piedras, casi a gatas para no caernos. Alguien dijo que el sonido que se oía de fondo eran los alacranes, cantando...
Y recuerdo las fiestas, la música, mi primer Rock and Roll... esas miradas que decían tantas palabras sin hablar y ese baile agarrado, en el que la fusión de dos cuerpos, casi niños, despertaba sensaciones nuevas.
El universo del que yo era entonces consciente, no tenía límites de tiempo. Parecía eterno. No cabía en mi cabeza que mi vida pudiera tener un final, ni siquiera podía pensar que un día dejara de ser joven, al menos era algo muy, muy lejano...
También recuerdo mi dieciocho cumpleaños, aquel día que se me subió a la cabeza el vino que tomábamos con la paella que había hecho mi tía para celebrarlo, junto algunos amigos de la universidad y me dio por reír sin parar.
Unos días antes de aquel 22 de Febrero supe que mi vida iba a cambiar. Tenía la impresión de que al cumplir los dieciocho todo iba a ser diferente. Y realmente así fue. Pero esa es otra historia.
Todos aquellos años y aquellos amigos quedarán en mi recuerdo con un sentimiento de felicidad sin límites. Y mucha nostalgia...
Y hablaba de soledad... En aquellas montañas, descubrí a Dios. Al verdadero Dios. Me subía a una piedra, lejos de las miradas, y respiraba el aire con olor a musgo y a jara. Miraba al cielo y sentía la eternidad, el no tiempo...
Esa misma sensación la he buscado en otras ocasiones y la he vuelto a encontrar a lo largo de mi vida, rodeándome de naturaleza. La fusión con el cosmos. Sentir que formo parte de lo que veo y respiro.
También existe esa conexión cuando pinto. En el momento de la creación, lo que llaman inspiración, con mis pinceles en la mano, he llegado a olvidarme del mundo, he traspasado los límites de lo físico. Y también en esos momentos es una soledad buscada.
Después, aprendí a meditar, que es, simplemente, dejar libre a tu alma y lograr esa conexión con el infinito desde cualquier rincón de tu casa o de cualquier lugar en el que te encuentres.
En cambio, esa soledad buscada, no es soledad. Son momentos de plenitud y estás unido a todos los seres vivos.
La auténtica soledad es aquella que llega impuesta. Es la que estoy sintiendo en estos momentos, a pesar de saber que hay gente que me quiere. Es la que llega, por lo menos a mí, a cierta edad, en la que ves desmoronarse tu mundo de ilusiones. Esas columnas que sostenían tu vida sin casi notarlas, pero que estaban ahí, siempre fuertes, siempre haciéndote ver que el mundo es un lugar seguro. Haciéndote creer que todo aquello que te propones, puedes conseguirlo... una frase que me ha acompañado toda mi vida y me ha dado fuerza para enfrentarme a situaciones difíciles. Me la regaló mi padre, cuando yo era una niña. De todos los regalos que he recibido de él, esta frase fue el mejor.


jueves, 9 de agosto de 2012

GRACIAS

Comencé este blog por una necesidad. Es, realmente, un diálogo conmigo misma. Iba caminando por la vida y, en ese caminar, me dejé llevar por distracciones más o menos interesantes en su momento, y dejé de prestar atención al camino.
Por eso me perdí.
Y cuando uno se pierde en un mundo lleno de recuerdos, enseñanzas, ideas, expectativas, ilusiones, sueños, miedos, es como un laberinto del que es difícil salir. Sé que cuando encuentre la claridad, saldré reforzada.
El nombre de la autora del blog no es mi nombre. Es un nombre inventado. El nombre de una piedra que, según los expertos, trae conciencia de realidad y conexión con la tierra. Además,puede ser usada para traer cambio. El ágata es una piedra que proporciona protecciónvalor y capacidad de aceptación y sirve para superar obstáculos. Así que es ideal para este momento de mi vida. Por eso la elegí. El apellido es un apellido artístico de una persona de mi familia lejana, que me ha parecido bonito.
Y el no escribir mi nombre era para no atraer la atención de las personas más cercanas a mí. Quería que lo leyera alguien a quien le pudiera interesar por encontrarse en una situación parecida a la mía o bien personas que pudieran responder y dar opiniones o cualquier tipo de feed back. Pero no precisamente las personas que más me conocen. No quiero hacer pública mi vida ni mis problemas. Además soy consciente de que todo depende de mí. Y que soy yo quien tiene que reencontrarse y seguir adelante.
Fui muy inocente en el sentido de que hice + en mi cuenta verdadera de Google y llegó a gente de mi entorno, de lo que no me arrepiento a pesar de lo dicho antes. Porque se han puesto en contacto conmigo tres o cuatro personas que son verdaderos amigos y me han mostrado su apoyo.
Es muy posible que no muchas mas personas lo hayan leído. Ha llegado a quienes de verdad les importo.
Quiero darles las gracias a todos ellos y enviarles todo mi amor.
Y desde este blog, quiero dar las gracias también a todas las personas que me quieren y que me han querido. Al Universo por todo lo que me ha dado, que es mucho. Por todas la experiencias de mi vida y por todas las personas que han pasado por ella. Dar las gracias por mi propia vida. 
Agradecer, sobre todo, haber sido madre tres veces y ver crecer a mis hijos y tener su cariño.
Dejar claro que, de ninguna manera, lo que expreso es una queja. Es, simplemente, un diálogo con el Universo.
GRACIAS.

lunes, 6 de agosto de 2012

Capítulo VI

En este momento estoy sola en casa. No sé qué hacer. Tengo la impresión de que nadie me necesita y de que mi tiempo se va, sin servir para nada. Minuto a minuto. Segundo a segundo.
Sin embargo sé que podría hacer muchas cosas. No soy tan vieja como para sentarme en una hamaca a ver pasar el tiempo.
Podría, simplemente, esperar a recibir el dinero justo cada viernes para pasar la semana y cuidar de mi hijo, limpiar la casa, regar las plantas, y poco más. Hay muchas mujeres que lo hacen y son felices.
Pero mi espíritu se revuelve por dentro. Y no puedo conformarme con eso.
Siento en mi interior (quizás sea vanidad por mi parte, pero lo siento) que tengo algo más que hacer aquí. Y es como si estuviera en el lugar equivocado, donde nadie me reconoce. Como si fuera actriz de otra película que no es en la que estoy.
Siento que son otros los que mueven mis hilos.
Estoy convencida de que el Universo es sabio. Puede que me esté dando un tiempo para pensar. Pero es ya demasiado tiempo. Puede que esté esperando una orden mía para comenzar a mostrarme el camino. Este blog y estas líneas son precisamente para que mi mente se aclare y dé la orden que el Universo espera. Lo he experimentado en otras ocasiones y sé que ocurre así. Sé que eso sólo es posible cuando todo tu ser está en armonía y sabiendo claramente lo que quiere. Entonces comienzan a surgir señales, sin parar. Y te ves lanzada a una serie de acontecimientos que son como puertas que se van abriendo a tu paso. Sí, lo he vivido antes. Y puede ser que ahora esté empezando a ocurrir. Pero tengo miedo de que no sea así. A veces dudo. Y a veces me hundo en lo más profundo del pozo y sólo tengo deseos de llorar.

sábado, 4 de agosto de 2012

Capítulo V

La casa que alquilamos con opción a compra no se pudo comprar en el plazo estipulado. La esperanza que teníamos de poder negociar de nuevo y conseguir un nuevo plazo se esfumó, porque de pronto nos quedamos sin apenas ningún ingreso y dejamos incluso de pagar el alquiler.
La promotora que era propietaria aun de la casa, se arruinó y vendió las viviendas a una nueva empresa. Ahora, en caso de tener que negociar, sería con el nuevo propietario.
Estábamos pasando un tiempo realmente difícil económicamente, cuando una nueva oportunidad surgió. Para ello, mi compañero tenía que desplazarse a vivir a otra ciudad y posiblemente, si todo funcionaba correctamente, yo, mi hijo y mi gatita también, una vez finalizado el verano.
Y estamos en el tiempo presente.
Estoy viviendo en mi casa, con mi pareja a varios kilómetros. Tenemos ingresos para vivir, pero mi compañero ya no tiene interés en volver a gestionar el alquiler o compra de la casa, ya que piensa que tendremos que irnos a vivir a la nueva ciudad. Y yo no trabajo y no soy dueña de mí misma. Por lo tanto, no tengo decisión.
La crisis hace más difícil conseguir un empleo y mi edad también.
El estar sola, está haciendo que me mueva de nuevo un poco más. Creo que en parte me está haciendo bien.
En este sistema la economía manda. Si no tienes tu propio dinero, no eres nadie. Si no trabajas, no te puedes mover.
El lugar donde vivo requiere un importante gasto de gasolina para relacionarme y buscar alternativas.
A pesar de las dificultades, me estoy relacionando más.
Sé que de nuevo estoy en el buen camino. Quizás no pueda seguir viviendo en esta casa, en la que me siento bien, y tendré que admitir que las cosas no saldrán como yo esperaba. Quizás tenga que irme a vivir a otro lugar.
Seré esa barca que aprovecha el viento para dirigir su dirección. Luchar contra viento y marea solo causa dolor. Es importante saber utilizar las velas...

miércoles, 1 de agosto de 2012

RESUMEN DE LOS ERRORES Y ACIERTOS

Resumo un poco todo lo anterior, sobre todo para aclararme a mí misma mis errores. Y cuando digo errores, no digo que no tuviera que pasar. Sé que venimos a este mundo para aprender y la vida nos plantea problemas que debemos resolver. Si no lo hacemos bien, tenemos que repetir asignatura. Una y otra vez.
Y esta es la historia en síntesis:
Una adolescente llena de ilusiones decide estudiar psicología en la Universidad. Pero se enamora de un hombre mayor que ella y casado. PRIMER ERROR.
Ante las dificultades que surgen a causa de esta relación, deja los estudios, pensando en retomarlos más adelante. SEGUNDO ERROR.
Permite que este hombre dirija su vida. TERCER ERROR.
Depende económicamente de él durante veintidos años. Y sus tres hijos también. CUARTO ERROR.
Durante ese tiempo consigue un título de inglés, da clases particulares de inglés a niños, así como para una asociación de vecinos, sigue estudiando psicología, pinta y hace exposiciones, todo ello por la necesidad de ser persona. Pero siempre, bajo el control de su pareja. ESTE PODRÍA SER UN GRAN ACIERTO, PERO NO LO LLEGA A SER.
¡Despierta!! Y decide trabajar cuidando niños, como teleoperadora, como auxiliar de clínica veterinaria, como auxiliar a domicilio en una agencia de enfermeras... estudia y se prepara como terapeuta de Reiki, Shiatsu, Aromaterapia, estudia PNL, Naturopatía, Dietética y Nutrición... Y pone su propia empresa. PRIMER ACIERTO.
Vive, disfruta de la vida, tiene amigos, sale, camina por la playa sola, decide su vida... SEGUNDO ACIERTO.
Se separa. TERCER ACIERTO.
Se enamora de nuevo. CUARTO ACIERTO.
Pierde su casa, sus clientes, deja de formarse, deja casi totalmente sus terapias. QUINTO ERROR.
Por ahora, van ganando los errores. Y lo malo es que este último error es una repetición de los anteriores. Dicen que el hombre es el único animal que tropieza dos veces con la misma piedra. (Continuará)